27 de junio de 2016

El frasco de la calma ¡y que reine la tranquilidad!

No hace falta que os diga quién fue María Montessori, y menos ahora que todos los métodos pedagógicos que desarrolló están tan de moda en los centros educativos. Quizás por eso, ya hayas oído hablar en más de una ocasión del conocido como "frasco de la calma".

¿QUÉ ES EL FRASCO DE LA CALMA?: Es un objeto que tiene como finalidad calmar a los niños en caso de que estén experimentando una rabieta o enfado que no sepan controlar, un momento de estrés intenso o, simplemente, una situación en la que sus sentimientos de dolor e irritación llegan a cotas demasiado altas. 

¿POR QUÉ SE USA?: Para volver a la calma, tan sencillo como eso. Muchas veces, cuando intentamos tranquilizar a los niños, no somos capaces de expresarnos en un lenguaje que para ellos sea sencillo y comprendan sin problemas. Y es que explicar cómo qué son las emociones, cómo nos afectan y cómo podemos controlarlas, no siempre es sencillo. El "bote de la calma" sale a neustro rescate para ayudarnos en esta difícil tarea.

¿CÓMO SE USA?: Cuando veas que un niño está alterado y no hay manera de calmarle, ese es el momento idóneo para sacar el bote, agitarlo delante de sus ojos, y explicarle qué es lo que pretendes hacer con él. La historia que debes transmitirle es sencilla: la brillantina que se mueve sin control son sus pensamientos, que se mueven confusos, sin poder controlarlos. Esto lleva a que no se actúe con claridad y se hagan cosas de las que luego uno se puede arrepentir.
Lo idóneo es apartar al niño a un lugar donde esté tranquilo y hacer que mire detenidamente al tarro, teniendo en cuenta lo que acabamos de decir. Sus pensamientos serán como la brillantina que poco a poco va moviéndose más lentamente hasta quedar posada en el fondo del cristal.
Si aun no lo tienes claro, este vídeo te ayudará a aclarar cómo se trabaja con el tarro de la calma.
Lo que hay que dejar claro desde un primer momento es que NO SE TRATA DE UN CASTIGO, ni mucho menos. Es una técnica para controlar las emociones, y por ello no puede ser empleada como una amenaza o algo similar.

¿CON QUÉ NIÑOS SE PUEDE USAR?: Con todos, sin distinción de edades. Incluso me atrevería a decir que también puede ser útil en la adolescencia y, por qué no, en la madurez. A lo largo de mi vida profesional he tenido que lidiar con jóvenes que no sólo no saben cómo controlar sus impulsos, sino que ni tan siquiera saben qué emociones están sintiendo en determinados momentos, lo que dificulta aun más la tarea.

¿CÓMO HACER UN FRASCO DE LA CALMA?: Es realmente sencillo, y no se lleva nada de tiempo. En tan sólo unos minutos, y si disponemos de los materiales necesarios (un frasco de vidrio, pegamento brillante y purpurina de colores) tendremos nuestro frasco de la calma listo para empezar a ser usado. Este vídeo de GuiaInfantil te explica paso por paso cómo hacerlo.

 


Por último, un consejo: no te desesperes si la primera vez que lo usas no resulta ser tan útil como esperabas. Ten en cuenta que aunque la técnica pueda parecer sencilla no lo es. Estamos tratando de controlar las emociones y es no es una cosa que se pueda hacer de un día para otro. Así, si tu primer intento es fallido, no desesperes y ya verás como, en poco tiempo, ¡¡reina la tranquilidad!!

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